domingo, 31 de agosto de 2025

 

En los momentos en que nos encontramos , en los que el no acceso al agua potable en cualquier lugar , público o privado , de nuestros pueblos y ciudades es inimaginable y en los que ya prácticamente no existen las "bestias" (burros , mulas , caballos) y el ganado (vacuno , caprino , lanar) está estabulado, es prácticamente innecesaria la existencia de algo que hasta los años setenta era habitual : abrevaderos con pilares y fuentes públicas de agua más o menos potable que abastecían  a hogares y daban de beber a cualquier tipo de ganado.

Algunas de estas fuentes o abrevaderos eran verdaderas obras maestras llegando a tener un bonito porte y un tamaño bastante grande.

Afortunadamente muchas de estas fuentes y abrevaderos no han desaparecido y la mayoría de ellos han sido restaurados cumpliendo en su mayoría una función ornamental y , por qué no , también para permitir refrescarse en los momentos más calurosos del verano.

La mayoría de estas fuentes y abrevaderos se encontraban en las afueras de los pueblos , de las ciudades. Había algunas en los interiores , de aspecto más cuidado (p.e. La Fuente del Moro y la Fuente de Santa María , de Baeza, la Fuente de la Iglesia de San Pablo , en Úbeda) y otras estaban más lejos de las localidades , en el campo (p. e. la Fuente del Piojo , entre Lupión, Begíjar , Baeza e Ibros). Estas últimas son las que han corrido peor suerte , pues muchas de ellas han desaparecido.

  En los momentos en que nos encontramos , en los que el no acceso al agua potable en cualquier lugar , público o privado , de nuestros pueb...